Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://heathxwkw073665.uzblog.net/un-análisis-profundo-del-cabezazo-de-zidane-52115360